Aunque la noticia no esté ligada directamente a la alergia, los tiempos que vivimos debido a la COVID-19 están implicando un innumerable y continuo goteo de estudios que nos ayudan a profundizar en nuestro conocimiento de nuestro sistema inmune.
Y como ejemplo, una reciente publicación en la prestigiosa revista Science que liga defectos en interferón y gravedad en pacientes de COVID-19. Este trabajo hace referencia principalmente a otros 3 trabajos que explicarían la severidad del 14% de los casos severos de la enfermedad. En estos pacientes la respuesta por interferón se ve mermada por defectos genéticos o la presencia de anticuerpos anti-interferón. El interferón tipo I es un elemento vital para la lucha antiviral. Es producido por todas las células del cuerpo y provoca que las células infectadas produzcan defensas contra el virus mientras que avisan a las del sistema inmune para que “se acerquen” y avisa a las células vecinas para que se vayan preparando.
En el caso de pacientes estudiados que presentan anticuerpos anti-interferón, el 94% eran hombres, lo que podría explicar el mayor riesgo de los hombres a padecer síntomas severos. Además, en una cohorte de 987 pacientes con síntomas severos, el 10% presentaba estos anticuerpos. De esta manera “un 10% de los pacientes críticos de COVID-19 presentan una respuesta auto-inmune”. Estos estudios han implicado que se profundice más en el uso de donaciones de plasma de pacientes recuperados y se analice más afondo la posible presencia de estos anticuerpos.
Por otro lado, el segundo trabajo citado refiere a que un 3-4% de los pacientes severos presenta variaciones genéticas que implican niveles de interferón anormalmente bajos. En estos pacientes sería necesario profundizar en dichas mutaciones y estudiar la posibilidad y ventajas, si las hay, de usar interferón sintético en el tratamiento.
Estos trabajos han despertado un aluvión de reacciones por parte de la comunidad científica por las consecuencias que de ellos se derivan en referencia a otras infecciones virales y a la necesidad de profundizar en estos aspectos.
Este estudio, como muchos otros, nos hace entender más y mejor nuestras defensas y su complicado funcionamiento. Y aunque no esté ligado directamente con la alergia, todo lo que aprendemos sobre el sistema inmune redundará, en un futuro, en mejores terapias, también, para la alergia.
Fuente: Wadman, Flawed interferón response spurs severe illness, Science, Sep 2020
https://science.sciencemag.org/content/369/6511/1550